martes, 15 de noviembre de 2011

Crónica Nº8 de 2011

CRÓNICA JLHS Nº 8 de 2011
Kronyka 2011-11- 11, de Juan L. Hernández Sánchez

1. La descomunal Deuda Nacional de Estados Unidos: imparable e impagable
2. Modelado de la Deuda Nacional de Estados Unidos con mi fórmula Cuatro Sietes
3. Algunos comentarios sobre ciertos dichos de Albert Einstein

1. La descomunal Deuda Nacional de Estados Unidos: imparable e impagable

--Nuestras tristezas y angustias por nuestros parientes y amigos en esa Gran Nación
y por los estadounidenses en general.

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La Deuda Nacional de EE.UU., al 11.11.2011, es, o fue, US$ 15.000.000.000.000.
La población de EE.UU. es de 313 millones.
Cada estadounidense, hasta bebés, debe en promedio US$ 50.000, en dicha Deuda.
El ingreso anual promedio en EE. UU. es de US$ 35.000.
El ingreso anual total de la población sería US$11.000.000.000.000.
Aunque ese ingreso total se requisara como impuesto faltarían US$ 4.000.000.000.000.
Y el gobierno de EE.UU. se endeudaría más en esos US$ 4 trillions para pagar la Deuda.
Los National Debt Clocks actualizan en Internet dicha Deuda y sus intereses en tiempo real.


Me incluyeron en alguna lista de email y me empezaron a llegar boletines financieros de ciertos expertos consejeros de inversión de Estados Unidos, que denotaré como AB y CD, dado que no tengo permiso para divulgar sus nombres. Son millonarios inversionistas que envían, a cientos de miles de personas en el mundo, boletines en que sugieren que se les compre, o se les suscriba a, sus publicaciones en que recomiendan tales o cuales inversiones, mundiales, para ponerse a resguardo de las crisis financieras que ocurrirán en todas partes. Se concentran principalmente en recomendar inversiones que soslayen, o permitan sobrellevar, los efectos derivados de la Deuda Nacional de EE.UU. La llamo aquí Deuda Nacional, como un todo, para abreviar, y sin entrar en detalles de las diversas partes de ella.

Pero, para incentivar a sus lectores en eso, en sus boletines incluyen tétricas descripciones del status de la economía de EE.UU. y ominosos augurios o presagios sobre lo que sobrevendrá. Al leer esos espeluznantes relatos siento escalofríos y recuerdo a parientes y conocidos que viven en dicha nación, sin perder de vista a los otros 313 millones de estadounidenses. Y recuerdo también las becas que me otorgaron entidades estadounidenses de pasadas generaciones. Más me acongoja el hecho de que anteriores predicciónes de esos avispados augures han resultado ciertas, y peores de lo que sugerían. Obviamente, aquí no me atreverÍa a citar tantas temibles predicciones en ciernes. Uno de ellos, AB, ha escrito tres libros sobre ese tipo de temas. Otro, CD, envió recién un boletín describiendo What the U.S. government is afraid to tell you, o, Lo que el gobierno de EE.UU. teme revelar. Temería citar aquí sus aseveraciones.


Cuando empecé a trabajar, me guié por una simple recomendación norteamericana, y también de mi padre: Nunca endeudarse en más de un cuarto del sueldo mensual y nunca asumir deudas a plazo de más de seis meses. Pero más adelante los estadounidenses olvidaron eso y empezaron a crear instrumentos crediticios y a inventar tarjetas bancarias. Cuando estuvimos en EE.UU. nos miraban sospechosamente porque pagábamos con dinero efectivo: confiaban más en los clientes que pagaban con tarjetas y se endeudaban: ganaban más con ellos. A la larga, ellos extendieron eso a todo el mundo. Ahora, en Chile, por ejemplo, muchas personas tienen diversas tarjetas y para pagar una retiran fondos de otra, y así sucesivamente. Algo así, aunque parezca simplista, le ha pasado a muchos gobiernos, pero con más complicaciones. Cada vez que paso por un mall veo un aviso en que un banco de retail ofrece un préstamo de $ 3.000.000, pero claro con $ 1.500.000 de intereses, un 50 por ciento global. En EE.UU. los intereses son mucho más bajos pero aún así se fueron acumulando deudas personales y,. por lo visto, hasta los Estados y el Gobierno Federal se fueron endeudando paulatinamente hasta las sumas actuales. Esto es muy simplista y, por lo demás, asunto de ellos pero se propagó a otras naciones y sus ciudadanos, como se aprecia ahora. Obviamente, esos temas son complejos y no se pueden profundizar aquí, y menos por mí.

Como simple aficionado a la historia, siempre he creido que la deuda de EE.UU. empezó cuando las 13 Colonias iniciales de dicho país no podían pagarles sus emolumentos al General George Washington y sus soldados continentales. Desde entonces, cada uno de los Presidentes que ha tenido esa Superpotencia ha dejado crecer la Deuda Nacional, unos más que otros, e incluyendo quizás al mismo G. Washington. La Deuda Nacional se ha complicado mucho, en diversas facetas. En 1970 había escalado a unos US$ 800.000.000.000, o 0.8 trillions, y, prácticamente, se ha venido duplicando cada diez años.

¿Cómo fue que EE.UU. se endeudó tanto? Lo más simple es pensar, como dice AB, más o menos: Un individuo deudor debiera primero pagar sus deudas antes de incurrir en otras. Pero EE.UU. se fue endeudando cada vez más para pagar sus deudas. Esto es simplista, por cierto. Después de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. ascendió a superpotencia y se acostumbró a que el dólar fuera la moneda imperante en todo el mundo. El dólar tenía un respaldo en oro y era la moneda exigida para intercambios. Pero el presidente R. Nixon eliminó el respaldo en oro y los sucesivos gobiernos se acostumbraron a imprimir dólares. Hasta el decenio de 1970, EE.UU. era el mayor acreedor del mundo: todos le debían. Pero en los años 1980s pasó a ser deudor. Desde fines del decenio de 1990, EE.UU. es el mayor deudor mundial. Según los consejeros de inversión, que he mencionado, los países grandes, como China, Rusia, Japón, y otros, buscan o pretenden adoptar una moneda de intercambio que no sea el dólar. Por otra parte, China y Japón, los mayores tenedores o acreedores en dólares invierten aceleradamente en el mundo esos dólares para deshacerse de ellos. Esos asesores de inversión mencionan diversas compras de esas naciones, algunas en Sudamérica. Naturalmente, en estas Crónicas no puedo incluir detalles técnicos, ni soy la persona más indicada para ello. Finalizo aquí con una anécdota que me dio pena y a la vez risa. Hace unos años un Ministro de Hacienda de Chile dijo que la economía chilena era sólida y que teníamos buenas o fuertes reservas en dólares. Pero ya se sabía que el dólar no tenía, ni tiene, respaldo y que las naciones antes citadas empezaban a deshacerse de sus dólares comprando bienes sólidos en el mundo: propiedades, terrenos, minas, industrias, empresas, y otros.

Termino esto con algunas aprensiones, como simple individuo que aprecia y respeta a EE.UU.: 1. Haga lo que haga parece que EE.UU. no podrá pagar su deuda nacional; 2. Hagan lo que hagan algunos Estados de EE.UU. no podrán superar sus problemas, y el gobierno federal no podrá ayudarlos; 3. No se saca nada con imprimir más dólares; 4. Da lo mismo tal o cual candidato a Presidente o Gobernador que elijan los estadounidenses; 5. No importa cuales sean las promesas formuladas por candidatos presidenciales no las podrán realizar en cuatro años, o en ocho, si les reeligen. Estas son deducciones basadas en las opiniones de dichos consejeros de inversión, y que trato de entender. Si algún estadounidense aplica lo que recomiendan dichos expertos puede resolver su situación y la de su familia, pero eso no arreglará su país. Dejo fuera muchas otras consideraciones, como, por ejemplo, temas de salud, pensiones, entre otros.

2. Modelado de la Deuda Nacional de Estados Unidos con mi fórmula Cuatro Sietes

Para representar la curva de incremento anual de la Deuda Nacional de los EE.UU. desarrollé la fórmula siguiente, que llamo de Cuatro Sietes:

T = 0.77 exp [ 0.07 ( Y – 1970)]

donde: T, deuda en trillions de dólares; Y, año; 1 trillion = 1 billón = 1012 = 1.000.000.000.000.
La fórmula rige para Y > = 1970, año elegido como base, por los datos disponibles. Por ejemplo, para Y = 1970, T = 0.77 [ trillions], que concuerda con la realidad. Para la razón entre los años 1980 y 1970, como otro ejemplo, se obtiene 2. Cada diez años se duplica dicha Deuda Nacional.

3. Algunos comentarios sobre ciertos dichos de Albert Einstein

Albert Einstein es indubitablemente el científico más importante y conocido del Siglo 20 y sus principales contribuciones fueron: explicación probabilística del movimiento browniano; explicación cuántica del efecto fotoeléctrico; teoría de la relatividad especial; y teoría de la relatividad general. Su Premio Nobel, en 1921, fue por sus contribuciones a la Física, y no explícitamente por sus teorías relativísticas, poco comprendidas todavía en esos años. Aquí no me refiero a ellas, como he hecho en varias de mis Crónicas, sino a algunos de los numerosos dichos de Einstein que han sido recopilados por diversos autores:

A. El avance tecnológico es como un hacha en manos de un criminal patológico.
B. La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia.
C. La única cosa que interfiere con mi aprendizaje es mi educación o instrucción.
D. En tanto que las leyes de las matemáticas se refieran a la realidad no son ciertas;
y en tanto que sean ciertas no se refieren a la realidad.

A. Sobre el avance tecnológico
Probablemente Einstein se refería a los avances tecnólogicos mal empleados y a la degeneración de prístinos descubrimientos científicos en aplicaciones comerciales de lucro. Quizás pensó en que el primer uso de la energía nuclear fue en bombas. Pero la energía nuclear, los isótopos radioactivos, y otras aplicaciones afines han sido, y son, de gran utilidad. En general, en diversas áreas, los avances tecnológicos tienen aspectos positivos y negativos. Por ejemplo, los plásticos fueron un gran logro de la ingeniería química, aunque ahora sabemos y comprobamos que tienen deletéreos efectos en el medio ambiente. Algo parecido ocurre con los vehículos motorizados, de la ingeniería mecánica. En ingeniería eléctrica ha habido avances que hacen indispensable el empleo de energía eléctrica en todos los ámbitos, pero, por otra parte, han tenido que proliferar represas y el tendido ubicuo de líneas de transmisión eléctricas. Los avances en las ingenierías electrónica, telemática e informática han sido bienvenidos, y aprovechados o usados por todos, pese a que también tienen aspectos negativos. Por ejemplo, todos usamos teléfonos celulares pero no queremos antenas transmisoras o repetidoras en nuestra vecindad. Sería posible dar más ejemplos en que Einstein puede tener, o tiene, razón. Pero parece imposible sustentar una población mundial de 7.000 millones de humanos, por ahora, sin los avances tecnológicos que han sido excogitados, y sin otros venideros indispensables.

B. Sobre teoría y experiencia
Einsteín tiene razón en que toda teoría debe, o debiera, ser comprobada, de alguna manera, mejor por experiencias directas, si es posible. Pero no necesariamente la experiencia asesina ciertas teorías. Es verdad que al usar verbos como ése se da más énfasis a las ideas que se quiere expresar. En el caso de su teoría general de la relatividad, Einstein mismo propuso ciertas comprobaciones, como, por ejemplo, el avance del perihelio de planeta Mercurio. Por otra parte, recientemente, como lo he citado, por ejemplo, en mis Crónicas, han surgido dudas sobre la validez de las teorías de la relatividad. En la Crónica 7 de 2011 mencioné el fenómeno de entrelazamiento cuántico, que no tiene cabida, al presente, en teorías relativísticas. Hay otros ejemplos que se podrían citar aquí.

C. Sobre instrucción y aprendizaje
En esa cita, Einstein quiere, o querría, indicar que ciertos conocimientos presuntamente válidos que le han obligado a aceptar a individuos en escuelas y universidades son un lastre que les impide aceptar nuevas teorías o ideas. En la historia de la humanidad aparecen diversos ejemplos de eso. Ejemplos muy conocidos son las creencias de que la Tierra es plana y de que el Sol gira en torno a la Tierra. A todos se les había inculcado dichas creencias y existió la Inquisición para juzgar a quienes las impugnaran. Mencioné en otra Crónica que, usualmente, lo que diga un individuo destacado pasa a ser oficial y enseñado en escuelas y universidades. A algún innovador, o persona que sustente nuevas teorías, le es nuy difícil, o imposible, que se las acepten. Einstein mismo es otro ejemplo: imbuido en la mecánica clásica, de Newton, le fue difícil excogitar la mecánica relativista. Tampoco pudo innovar en aspectos de espacio, tiempo, masa, energía y otros y mantuvo las entidades o conceptos newtonianos. Como expuse en otra Crónica, no se sabe lo que son en su esencia muchos de dichos conceptos, sean newtonianos o de otras teorías aproximadas a la Realidad.

D. Sobre matemáticas y realidad.
Esa aseveración de Einstein no es correcta. En verdad, prácticamente todas las disciplinas matemáticas han encontrado aplicación práctica. Y de observaciones prácticas han surgido teorías matemáticas importantes, a veces muy abstrusas, que pasan, después, a ser consideradas como matemáticas puras. Hay muchos ejemplos que se podrían citar. Así, verbigracia, los números naturales son la base de muchas disciplinas matemáticas, empezando por la aritmética simple. Hay que distinguir entre el número y el símbolo que lo representa, como 1, 2, 3, 4 o 5. En romanos los números naturales serían representados por I, II, III, IV o V, y así sucesivamente. Conjuntos, fractales, grupos, …, de la naturaleza ha dado origen a disciplinas matemáticas como Teoría de Conjuntos, Teoría de Categorías, Teoría de Fractales, Teoría de Grupos, …Cada una de esas Teorías, y muchas otras no nombradas aquí, se basan en axiomas, definiciones y teoremas y, en general, son complicadas. Por ejemplo, la Teoría de Conjuntos es profunda y tiene aún puntos oscuros. No hay que confundirla con los conceptos simples que se enseñan en la educación, o instrucción más bien, primaria y secundaria, o en fascículos de materias para pruebas de ingreso a universidades, o en primeros cursos universitarios. Como otro ejemplo, Einstein mismo consideraba que el espacio y el tiempo son continuos, una herencia newtoniana, y para el planteo matemático de su teoría general de la relatividad empleó la Teoría de Tensores de los matemáticos G. Ricci y T. Levi-Civita. Para finalizar este párrafo, o tema, menciono que Einstein creía que las matemáticas son inventadas, a diferencia de que existan per se y sean descubiertas. De los ejemplos que he puesto, y de muchos otros que se podrían agregar, se inferiría que rigen ambos asertos, según el caso.

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