domingo, 17 de mayo de 2009

Crónica Nº 4 de 2009

Crónica 2009.05.17, N° 4 de 2009

1. El Hermano Emeterio, Profesor de Historia, Instituto Marista Chacabuco, de Los Andes
Julián Santidrián Paniego, Burgos, España, 1895—Los Andes, Chile, 1977
54 años de educador y formador de la juventud andina
Nombrado tres veces Ciudadano Ilustre por la I. Municipalidad de Los Andes
Condecorado por Chile con la Orden B. O´Higgins en el Grado de Oficial

2. Mi análisis de Inteligéntica en la emboscada aérea al almirante I. Yamamoto, 1943
El avión que conducía al almirante japonés Isoroku Yamamoto, en 1943, fue derribado por el piloto de un caza norteamericano sobre la selva de una de las islas Salomón. La probabilidad de que eso fuera una coincidencia era prácticamente cero pero los japoneses lo consideraron un hecho fortuito. Empero fue una emboscada premeditada de los estadounidenses, que conocían los códigos y claves niponas, y autorizada por el presidente de EE.UU. Este episodio de la II Guerra Mundial, WWII, en el Océano Pacífico, siempre me ha intrigado. Aunque fui coetáneo de la WWII nunca supe de los pormenores de esta acción, pese a que leía el diario La Nación, el de entonces.
Antes de seguir con el tema, debo decir algo sobre el vocablo polisémico Inteligencia. Como se sabe, los polisemos son palabras homógrafas, y homófonas en castellano, que tienen el mismo origen etimológico, o etimo. Un vocablo así tiene distintos significados. El polisemo inteligencia tiene varias acepciones y aquí interesan: inteligencia, facultad de conocer; e inteligencia, búsqueda de información secreta. A esta última, como inteligencia de espionaje militar, la llamaré aquí Inteligéntica, que invento ya que no existe. Por lo que entiendo, en el Sánskrito, la lengua más poderosa que ha existido, cada palabra tenía un solo significado, bien preciso. Nadie podía incurrir en ambigüedades o circunloquios. El griego antiguo, el idioma de una tribu de lo que ahora es North Carolina y el Esperanto también parecen ser, o haber sido, precisos. En lenguaje matemático serían biyectivos: inyectivos [1 : 1] y sobreyectivos. Así, para cada idea, cosa o noción habría un vocablo único, y viceversa. Un ideal, pero no bueno sí para lo literario.

El almirante I. Yamamoto es considerado por los japoneses como uno de sus dos mayores héroes navales. El otro, anterior, es el almirante H. Togo, quien venció a la flota rusa en la Batalla Naval de Tsushima, 1905. Escribí algo sobre eso en una Crónica de años ha. No hay que confundirlo con el general H. Tojo, que inició la guerra contra EE.UU., 1941, que fue juzgado por un tribunal internacional y ejecutado como criminal de guerra en 1948. Yamamoto combatió como alférez en la Batalla de Tsushima y, años después, fue alumno en el Colegio de Guerra Naval de EE.UU. y en la Universidad de Harvard. Conocía bien el potencial de EE.UU. y se opuso al plan del ministro H. Tojo de ir a la guerra contra esa nación. Pero tuvo que acatar órdenes. Como sabía que no podría derrotar de frente a la Armada de EE.UU., desarrolló el arma aeronaval y ordenó preparar el ataque por sorpresa en Pearl Harbor, 1941. En mi libro rimado MetriCrónicas, de 2006, en la crónica Pearl Harbor y las Tres Derrotas Estratégicas de Japón, rimé lo siguiente:
Advirtió Yamamoto, el almirante japonés:
Si atacamos a los Estados Unidos
Despertaremos a un gigante dormido.
Ganaremos algo por dos años, no sé después.

Cuando alguien trabaja en Inteligéntica debe tener la inteligencia mínima para suponer que el enemigo es inteligente y que, en el peor caso, ha descifrado sus códigos y claves secretas. Los ingleses descifraron las claves alemanas y estos no se dieron cuenta. Los rusos espiaban muy bien en EE.UU., como en el caso de la bomba atómica, y en Japón, como cuando supieron que dicho país iba a atacar a aquella potencia en 1941. Pero los inteligénticos rusos no supieron que los japoneses iban a atacar a la URSS en Manchuria, en 1938, ni que los alemanes la invadirían en 1941. Hay dudas no aclaradas aún sobre si los EE.UU. sabían o no que los japoneses iban a atacar Pearl Harbor. Se ha escrito mucho sobre eso. El hecho es que los estadounidenses descifraron, presumiblemente después, los códigos y claves japonesas.
Un mensaje japonés que captaron los norteamericanos comunicaba que el almirante Yamamoto iba a viajar en avión para visitar las bases japonesas en las Islas Salomón, indicando fecha y hora. Eso no revela mucha inteligencia en los mandos y encargados de la Contrainteligéntica. Pero hubo un jefe nipón que consideró una insensatez el haber enviado ese mensaje, y se trató de disuadir a Yamamoto de hacer ese viaje. Los jefes norteamericanos pensaron que derribar el avión de Yamamoto a sabiendas era un crimen. Un crimen dentro del Crimen que es una guerra. Una cosa es combatir de frente y otra es atacar a mansalva. El presidente F.D. Roosevelt tuvo que tomar la decisión. Era lamentable abatir así a un almirante prestigioso, aunque fuera quien planeó el ataque en Pearl Harbor, pero que por su gran inteligencia y preparación seguiría siendo un peligro para las fuerzas y combatientes estadounidenses y sus aliados. Aviadores norteamericanos, como si volaran en una exploración casual, abatieron los dos aviones de transporte en que iban Yamamoto y otros oficiales, pese a los cazas Zero nipones de escolta. Los japoneses ubicaron el cadáver de Yamamoto, que mantenía empuñada su espada. Los norteamericanos registraron, por supuesto, el incidente como el derribamiento de unos aviones nipones encontrados al azar. A pesar de que, como mencioné, la probabilidad de que ese encuentro fuera una coincidencia era casi nula, los japoneses nunca sospecharon que los estadounidenses descifraban sus mensajes. Habría que recordar aquí que con Imaginería de Resonancia Magnética Tridimensional, 3D- MRI, se ha comprobado que el cerebro japonés es más ancho que el europeo. Así, pienso que los inteligentísimos japoneses debieran haber tenido mejor Inteligéntica entonces, por uso de ambos hemisferios cerebrales.
Ese viaje de Yamamoto siempre me ha parecido raro y poco inteligente. Hay jefes estratégicos y jefes tácticos. Los jefes estratégicos y sus estados mayores planean y nunca van a inspeccionar algo, salvo que sea en tiempo de paz o en zonas alejadas de batallas. Los jefes tácticos son quienes están en el frente y deben inspeccionar todo, e informar u ordenar lo que sea. Un jefe no debe anunciar su visita: si lo hace encontrará todo ordenado, limpio, patios sin pasto, paredes pintadas, tanques y aviones averiados escondidos, y lo demás. Y ese día la comida y el trato a los subordinados serán excelentes. Pero es cierto que el viaje de Yamamoto fue para elevar la moral de sus soldados, marinos y aviadores después de la sangrienta Batalla de Guadalcanal, que perdieron los japoneses, por primera vez, en tierra, en esa guerra. La Batalla Naval de Guadalcanal sí la ganaron los japoneses. Pero Yamamoto y Japón ya tenían prácticamente perdida la guerra después de la Batalla Aeronaval de Midway, 1942. La Inteligéntica japonesa tampoco supo que EE.UU. sólo tenía dos bombas nucleares: las que, lamentablemente, lanzó. Es mejor que los japoneses no lo hayan sabido, ya que nunca se rendían. Y no se abolió el imperio nipón ni se juzgó al emperador Hirohito. La Inteligéntica estadounidense debe haber detectado que, en tal caso, millones de japoneses se habrían suicidado, o rebelado como les fuera posible.
3. Tres teorías paracientíficas de científicos rusos sobre presuntos extraterrestres

Si uno cavila en los abundantes problemas que nos aquejan, a los 6.700 millones de terrícolas, muchos de los cuales no tienen solución visible o viable, a veces le dan ganas de saber de posibles civilizaciones extraterrestres inteligentes y avanzadas que pudieran haber resuelto a lo menos algunos de esos problemas. Y leer sobre lo que hayan escrito o imaginado algunos científicos sobre temas inusitados o raros relacionados con presuntos extraterrestres. Se subentiende que una teoría es científica si puede ser comprobada por quienquiera que tenga la preparación y medios para hacerlo. Una teoría usual puede ser emitida por cualquier persona, sin ánimo ni necesidad de que alguien la tome en serio y quiera verificar su validez. Pero cuando la emite un científico reconocido se tiende a concederle más atención, aunque sea o parezca disparatada. Como se sabe, hay proyectos científicos de algunas naciones y también algunos privados, como SETI, destinados a la búsqueda de inteligencias, o de vida al menos, extraterrestres. Carl Sagan, astrónomo y divulgador científico estadounidense, fue uno de los impulsores de SETI, Search for Extraterrestrial Intelligence, o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre. Hace años supe de tres teorías rusas paracientíficas o seudocientíficas sobre presuntos extraterrestres. Pero fueron emitidas por científicos rusos idóneos, cuyos nombres no importan aquí. En la A, de Tunguska, han participado también, después de la WWII, científicos de otros países. En la B, de las lunas de Marte, Carl Sagan apoyó algo a los rusos. Me gustaría saber de lo último que haya en estos temas. A continuación describo y comento brevemente esas tres teorías.

A. La gran explosión de 1908 en Tunguska, Siberia,

En 1908 ocurrió una gran explosión en los bosques cercanos al río Tunguska, en Siberia. Hubo gran devastación y pocos testigos, dada la lejanía y escasos habitantes de esas comarcas. Algunos de estos divisaron un objeto, casi cilíndrico y algo brillante, que bajó en rumbo de colisión y una columna de humo, polvo y materiales que se elevó a gran altura. Después de la WWII algunos científicos rusos visitaron e investigaron la zona, que aún muestra devastación amplia. En observatorios de varios países, como Inglaterra, además de rusos, se detectaron en esa fecha emisiones no usuales de pulsos electromagnéticos, presumiblemente de esa explosión. Unos cuarenta años más tarde se vio que las explosiones nucleares producen pulsos electromagnéticos similares. El que fuera un meteorito el objeto que cayó fue descartado, por la forma somera del cráter. Algunos postularon que un cometa explotó en la atmósfera. Una hipótesis, de rusos y otros, es que allí se estrelló una nave extraterrestre impulsada por energía nuclear. Si fue eso, habría que agradecerles a esos presuntos extraterrícolas el que eligieran esa zona desierta para caer, y no Moscú u otra ciudad. Obviamente, la nave no sería de este sistema solar y ¿habría viajado a velocidad cercana a la de la luz en el vacío? ¿Y habrán enviado otra para saber lo que le pasó a la primera? ¿Era robótica y con tripulantes robots? ¿Hay aún residuos radiactivos en Tunguska? ¿Serían terrícolas que volvieron del futuro, según otros? Dudas y elucubraciones.


B. Las lunas de Marte, presuntamente artificiales y huecas

Un astrónomo ruso propuso la teoría de que las dos lunas, Phobos, Temor, y Deimos, Terror, de Marte son artificiales y huecas. Se basó en observaciones astronómicas usuales de sus órbitas, raras, casi circulares. Fue algo apoyado por Carl Sagan. Se dijo que para una civilización inteligente es más fácil ahuecar un meteorito que diseñar y poner en órbita un satélite artificial. Pero, pienso, primero habría que atrapar al meteorito en una órbita estable y además tener naves, con tripulantes o robots, para ir a ahuecarlo. ¿Y cuál sería el propósito de hacer eso? También, algunos científicos o individuos independientes encuentran anómala la cantidad de naves espaciales terrestres que han desaparecido en Marte y su entorno. Rusos y norteamericanos han explicado esas pérdidas. En un caso estadounidense se dijo que la pérdida de una nave se debió a que los diseñadores o controladores confundieron centímetros con pulgadas. Por coincidencia, los tres proyectos independientes, de Rusia, EE.UU. y Europa, de exploración de Marte en 2009 fueron postergados para 2011, 2011 y 2013-16, respectivamente. La nave rusa Phobos-Grunt, Fobos-Suelo, va a posarse en Fobos para recolectar muestras de su suelo y traerlas a la Tierra. Llevará una nave china que orbitará Marte e instrumentos finlandeses para estudios meteorológicos y atmosféricos.

C. Una presunta civilización que agruparía sus planetas en torno a su sol agonizante

Hace años un astrónomo ruso escribió científicamente, mejor paracientíficamente, sobre una presunta civilización que agruparía sus planetas en torno a su sol moribundo para aprovechar hasta el fin la energía de éste. No decía cómo harían ese agrupamiento. Es de suponer que habrían desarrollado tipos de empuje que no se conocen aún en la Tierra. La vida de las estrellas está muy estudiada y puede terminar de varias maneras, según su tamaño, como se sabe. Si son como nuestro Sol, al ir gastándose su H y luego su He se transforman, en cientos o miles de millones de años, en gigantes rojos. Antes mueren paulatinamente, absorbidos o volatilizados, sus planetas y todo lo que tienen, como vida, si la hay. No habría ya por ahí nadie para ver las etapas de gigante rojo, nebulosa planetaria, enana blanca y enana negra. Pero el esfuerzo de reagrupar planetas habría valido la pena si las generaciones posteriores iban a ser de individuos moralmente buenos, una ilusión o utopía terrígena.

4. Sobre esperanto

En la Crónica 3 de 2009 mencioné el idioma artificial Esperanto. El amable Lector CGY me informa que en www.esperantilo.org/ y blog.esperantilo.org/ hay bastante información sobre esperanto. Agrego yo que usualmente los artículos de Wikipedia tienen traducciones a esperanto, entre otros idiomas. Habría que hacer donaciones a Wikipedia.