miércoles, 7 de enero de 2009

Crónica Nº 20 de 2008

Crónica 2008.12.26, Nº 20 de 2008

1. Los limitados anchos de banda de los sentidos humanos externos

Sólo creo lo que toco es una afirmación ignara y burda.
Sólo creo lo que veo es una aseveración cegata y absurda.
Lo que se olvida, y fascina, intriga, maravilla y anonada,
es que, según la física actual, todo lo que hay son ondas de Casi Nada.

El ser humano es un ente, de varias envolturas, muy complicado o muy simple, según el punto de vista que se adopte, o hayan asumido muchos autores, espirituales o profanos, sobre él. No es mi propósito aquí el confundir espiritual con religioso ni profano con materialista, ya que eso siempre conduce a debates o malas interpretaciones. En mi segundo libro, MetriCrónicas, de 2006, incluí varias de mis crónicas rimadas sobre el ser humano y su origen: El Nebuloso Origen del Hombre de América; El Principio Antrópico; Grisónida y Brestónico en el Planeta Celeste; La Inquietud de los Gemelos Nonatos; Los Chakras; Panespermia y Ascendencia Cósmica; y Presuntas Civilizaciones Extraterrestres. También puse algunas en mi libro VersaCrónicas, anterior.

Hay, como se sabe, varias teorías sobre el origen humano y de sus envolturas, en particular la más grosera, o basta, el cuerpo visible o material. Aquí me enfoco en ese cuerpo. Casi siempre esas teorías, o maneras de pensar, asumen que dicho cuerpo es lo más perfecto que existe, al menos por lo conocido hasta ahora y en la Tierra. Empero, hay autores que disienten de la perfección de ese cuerpo humano y lo han analizado desde puntos de vista diversos. Por ejemplo, aducen que la anatomía de tal cuerpo no es la mejor. En el libro MetriCrónicas mencioné que se considera que la rodilla de ciertas aves, como los flamencos, es mejor que la humana, ya que se flecta hacia atrás. Hay muchas otras aserciones que no cito aquí. Se sabe también que diversos animales tienen mejores sentidos que el hombre, y que éste es aventajado en variados aspectos. Esos temas son muy amplios, y conocidos.

Un aspecto que me ha interesado es el de los sentidos externos del humano. Considero que el cuerpo material es el vehículo o sistema que permite al ser deambular, vivir, en el mundo de materia. El ser conoce sobre el mundo material vía los sentidos externos, afiatados justamente, como sensores, para captar o percibir ciertas manifestaciones de la materia. Esos fenómenos o manifestaciones pueden ser considerados como ondiculares, de acuerdo con la física moderna. Los sentidos externos del hombre son descritos, usualmente, como cinco: visión; audición; olfato; gusto; y tacto. Comunican su información al cerebro y éste forma una noción. Obviamente, el tema es muy extenso y no puede ser tratado aquí cabalmente. Algunos autores consideran que estos sentidos materiales son más de cinco. Esos cinco sentidos más conocidos tienen sus órganos, o sensores, especializados, como ojos, oídos, y otros. Los dos primeros son más concentrados. El sentido táctil y los sensores de tacto son más distribuidos, vastos, y más bastos.

La relación usual para determinar la frecuencia, f, de la energía, E, es E = hf, donde h es la constante de Planck. Las longitudes de onda se calculan de las velocidades, v. En el caso de ondas luminosas se emplea la velocidad de la luz en el vacío, c. Según el caso, la energía E se expresa, por ejemplo, como kT, qV, Mv^2/2 o m c^2 , donde: k, constante de Boltzmann; T, temperatura absoluta; q, carga eléctrica; V, diferencia de potencial eléctrico; M, masa: m, masa en reposo, en la relatividad.

Las ondas relacionadas con el tacto, distribuido por todo el cuerpo, son de muy baja frecuencia y los sensores táctiles engañan mucho. Supóngase que uno toca el teclado con los dedos. Uno supone que está tocando las teclas y el cerebro le hace creer que eso es así. Pero las teclas son de moléculas, invisibles, muy separadas entre sí, a distancias moleculares. Más aún, las moléculas están compuestas de átomos, muy separados entre sí, a distancias atómicas. Los átomos se componen de protones, neutrones, electrones. Más recónditos están los quarks. Todos a muchas distancias entre sí, a sus respectivas escalas. Según la Teoría de Superstrings todo está formado de supercuerdas vibrantes, cerradas o abiertas, de 10 a la menos 31 centímetros: cero coma 30 ceros y un 1. Y de un universo de al menos 10 dimensiones. Nuestro universo es una proyección 3D, o 4D con el tiempo, de aquél. El universo de las supercuerdas es de 36 dimensiones, pero, por pliegues, se llega a 10D u 11D. Así, todo es como La Casi Nada Vibrante. El teclado, y todo lo que sea, o haya, es una ilusión pero es lo que nos confecciona el cerebro para que funcionemos en nuestro mundo de materia. La Ilusión de Maya, orientalista.

Se dice que casi el 90 por ciento del conocimiento del humano sobre el mundo material viene de la visión, de los ojos externos. Pero estos captan sólo las ondas entre los 4000
y 7500 Angströms, un ancho de banda muy limitado. Mucho más limitadas son las anchuras de banda de los otros sentidos u órganos sensores externos. Con toda esa información incierta, imprecisa, fuzzy, el cerebro humano formula una impresión escénica y activa el cuerpo para que éste deambule por el mundo material. Pero el cerebro, de moléculas, y lo demás, es también de Casi Nada Vibrante. O sea, todo lo que hay, y somos, son hologramas, según algunos autores científicos modernos.

- El Todo es Mente. El Kosmos es Mental. Todo está en Vibración ...
Hermes Trismegistus I, contemporáneo de las primeras dinastías egipcias.
[Cosmos es el universo visible. Kosmos es todo lo que existe, visible o no.]

- El universo es una sinfonía de supercuerdas.
Brian Greene, físico norteamericano actual, Columbia University, N.Y.

- La mente puede ser transmutada de estado en estado, …, de vibración en vibración,..
Hermes Trismegistus I, hace 5-6 milenios. Eso sería como cuántica.

El famoso físico inglés actual, Sir Roger Penrose, Oxford University, ha iniciado algunas ideas para una teoría cuántica de la consciencia. Tiene adeptos y detractores. Parece que sugiere que la física actual sea modificada. Eso no gusta, en general, dado que habría que replantearse teorías y estudiar de nuevo. Lo que se sabe no serviría.

Hermes Trismegistus I demostró y enseño cómo verificar lo que excogitó. Sus enseñanzas no son meras teorías. A través de las edades y milenios muchos han seguido sus enseñanzas, de maestro a discípulo, obviamente no para el vulgo general.





2. Los Chuvash fabrican maquinarias que las potencias industriales no pueden

En el vasto imperio de los zares había muchas nacionalidades, razas y etnias, y ello fue continuado y aumentado en el período soviético. La URSS se componía de 15 repúblicas, que correspondían a territorios en que vivían predominantemente ciertas etnias, y minorías de otras. Había, y hay, rusos en prácticamente todas. A partir de 1991, al disolverse la URSS, esas 15 repúblicas pasaron a ser naciones independientes. Pero Rusia tenía varias otras entidades, autónomas algunas, que permanecen en la actual República Federal Rusa, como 14 repúblicas, 23 regiones, algunos distritos, dos grandes ciudades federales, una región autónoma judía, y otros. Me ha interesado estudiar esa compleja organización rusa actual, de unos 83 sujetos o entidades. Se ha conocido, en particular, la República de Chechenia, que busca independizarse. También, Osetia quedó dividida en la república de Osetia del Norte, Alania, que permanece en Rusia, y la Osetia del Sur, que quedó en la República de Georgia, y que se ha independizado de facto, parece, tras una guerra reciente.

Particularmente me han interesado las repúblicas rusas cercanas al río Volga, que en los mapas en colores parecen como alfombras o tapetes hechos de varios retazos de géneros. Una de ellas, la República de Chuvashia, capital Cheboksary, fue nombrada como Centro para la Fabricación de Maquinaria Pesada, en 1960, durante el período soviético. Los 1,3 millones de habitantes son principalmente chuvash, descendientes de búlgaros, escitas, mongoles, maris y otros.

Me interesó saber que los chuvash fabrican equipos eléctricos, electrónicos, maquinaria pesada, productos químicos, y otros. Algunas maquinarias, para el mundo, sólo las fabrican ellos. A grandes empresas mundiales no les conviene, por razones económicas relacionadas con bajos volúmenes de producción, fabricar ciertas maquinarias, que sí pueden manufacturar los chuvash. Lo mismo ocurre si las maquinarias son especiales, no de producción en serie. Un ejemplo es la fabricación de piezas para tractores de la firma Caterpillar de EE.UU. Otro es la manufactura de grandes excavadoras especiales.


3. La inconvertibilidad del dólar estadounidense

Confieso que siento curiosidad, como simple observador mundial, cuando en algún país, no Chile, se dice que esa nación no tiene problemas en esta crisis dado que posee una buena reserva en dólares. Primero trato de percatarme de si dicen en dólares o de dólares. Rara vez queda clara esa distinción. Imagino que si dicen de dólares, tangibles, están en problemas, que ojalá no se presenten realmente. Esos dólares, billetes, son simples telas especiales, sin valor convertible. No sé cual es el valor intrínseco de esas telas, ni tampoco si fueran de papel. Las monedas sí tienen, creo, algo de plata.

Si dicen en dólares da la impresión de que los dólares no están en forma tangible sino que en algún banco mundial hay una cuenta de la que se puede girar, electrónicamente, para pagar a acreedores. A la inversa, los deudores abonan en dicha cuenta. El dólar pasa a ser una mercancía como de trueque, fiduciaria. Fiduciaria en el sentido de que ambas partes ordenan transmitir y recibir, respectivamente, los fondos a un tercero, un mandante intermediario. Pero también es fiduciaria en el sentido de que el dólar merece crédito y confianza.

Por 1960 y antes, si uno quería comprar, por ejemplo, un libro norteamericano, tenía que hacer una solicitud a un ente fiscal para que le permitieran comprar un cheque en dólares. No veía uno los billetes dólares. Posteriormente, hubo venta libre de dólares. Sucedía lo mismo, sin necesidad de permiso. Pero también uno podía pedir los billetes y hacerle el encargo a alguien que viajara a EE.UU. Así ya veía y tenía en mano los dólares. Con el advenimiento de las tarjetas de crédito internacionales todo pasó a ser electrónico y uno nunca ve los dólares, otra vez. Se llega a tal punto que si uno trata de pagar con dólares efectivos se hace algo sospechoso, en ciertas partes de algunos países. Debe pagar con tarjeta de crédito, que pasa a ser más fiduciaria, o digna de fe, que el propio billete.

Personas expertas en economía dicen que no hay que ser tan aprensivos. Pero si uno lee algo sobre la no convertibilidad del dólar se pone inquieto. También ahora se pusieron nerviosos los líderes de las naciones más ricas del orbe. No he leído las conclusiones de su reunión última, tras banquetes y fotografías.

Parece que Sir Isaac Newton convenció a Inglaterra de cimentar la economía nacional sobre un patrón oro. Otras naciones siguieron ese ejemplo. Inicialmente, EE.UU. hizo eso con convertibilidad. Si un individuo llevaba sus billetes y monedas le entregaban su equivalente en oro. También había un patrón plata para monedas, o algo así. Después de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. quedó como único acreedor importante. En una reunión mundial se acordó basar la economía del orbe en el dólar, respaldado por su correspondencia en oro almacenado, y con convertibilidad. Pero cuando las otras naciones pudieron empezar a devolver los préstamos en dólares, el gobierno norteamericano anuló la convertibilidad del dólar, porque sus reservas de oro habían menguado y porque había más dólares fuera que dentro de los EE.UU., dos tercios contra un tercio actualmente. Así, el dólar ya no tiene respaldo en oro, ni plata, ni las monedas y billetes no son rescatables en dicho metal.

En el tiempo del auge nipón, Japón tenía demasiados dólares. Obviamente, dicho dinero no tenía respaldo. Los japoneses empezaron a comprar propiedades en Hawaii y California, a instalarse con empresas, fábricas y firmas en EE.UU., y a adoptar otras medidas. No he seguido ese tema.

En la revista National Geographic de enero 2009 aparece un artículo sobre el oro. Me sorprendió saber que todo el oro que se ha producido en el mundo hasta ahora llenaría apenas dos piscinas olímpicas, y que casi todo eso ha ocurrido en los últimos 50 años.
Uno pensaba que, por ejemplo, Sir Francis Drake había llenado con oro varios palacios ingleses. Quizás su oro alcanzó para llenar un maletín. Por otro lado, aparece en un diario que una firma extranjera buscará oro en Chile. En la revista citada se describen los estragos ambientales que causa la explotación minera aurífera. Dan ganas de que el oro pierda su valor, puramente artificial dice la revista, para no causar tano daño ecológico.

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Felicidades en 2009 y futuro.
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